La MESA FIJA es de carácter nórdico, ya que posee una estructura de patas ubicadas en posición diagonal hacia adentro de la tapa, con un ligero redondeado en sus aristas.

La tapa es de forma rectangular con puntas redondeadas y bordes biselados en todo el contorno. Estas cualidades estilizan y hacen que la percepción de la mesa sea visualmente más liviana, convirtiéndola en un producto de carácter orgánico, fino y elegante.

Esta mesa funciona cómodamente tanto para cuatro como para seis personas. Es ideal para espacios que tienden a ser rectangulares o para resolver un sector en la cocina si el ambiente es grande.

La expresión más escandinava se puede encontrar en la combinación de la tapa en lustre blanco con las patas en lustre roble, aunque también puede elegirse íntegramente en roble. Es un estilo ideal para quienes gustan de la decoración en color blanco y maderas claras que transmiten calidez y naturalidad.